Se dice que en tiempos de gran división, un enemigo común puede ser una fuerza de unificación. Y ese enemigo común ha llegado, en forma de centros de datos que absorben energía y su ataque generalizado a los precios de la energía. A medida que el auge de la inteligencia artificial continúa acelerándose, proyectos masivos de centros de datos están recibiendo luz verde de izquierda a derecha, y las comunidades que se espera paguen la factura de esta expansión están comenzando a contraatacar, incluso si eso significa cruzar el pasillo. Si bien los debates políticos sobre los centros de datos aún no están surgiendo…
Redacción