Sodas 2123 era un internado para niños delincuentes antes de que lo abandonaran la ruina y los ocupantes ilegales. Hace cinco años, pasó a manos de la Asociación de Artistas Interdisciplinarios de Lituania y lo convirtió en un laberinto de estudios y espacios de exhibición, utilizando objetos rescatados de lugares de importancia cultural e histórica: adoquines tomados de la plaza de la catedral, sillas abatibles del teatro nacional y pilares del antiguo Palacio de los Sindicatos soviéticos cortados a lo largo y a lo largo.
Redacción