Paul Biya, de Camerún, promete a los votantes jóvenes que «lo mejor está por venir», mientras otros tienen hambre de «sangre joven».
¿Podrá el presidente más viejo del mundo conservar su título y cortejar a una nación de votantes jóvenes?
¿Podrá el presidente más viejo del mundo conservar su título y cortejar a una nación de votantes jóvenes?