El oro sigue imparable. Impulsado por la rebaja de tipos de interés, el bloqueo político en EE UU, las presiones sobre la independencia de la Reserva Federal y el renovado empeño de los inversores por diversificar y reducir su dependencia del dólar, el metal precioso acumula una revalorización superior al 54% en lo que va de año. Ha superado por primera vez los 4.000 dólares por onza y encadena su récord número 52 de 2025, en el que firma su mejor ejercicio desde 1979.
Redacción