La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha dado un paso decisivo para simplificar el marco regulatorio bancario en la Unión Europea. El organismo ha publicado recientemente su programa de trabajo para 2026, en el que establece las principales líneas de acción e incluye 21 recomendaciones para hacer más eficiente la supervisión. En el documento, la EBA reconoce que el alto volumen de normas introducidas desde la gran crisis financiera ha generado un entorno excesivamente complejo y costoso. Entre estas recomendaciones destacan la revisión del número de colchones de capital y la reducción de la carga de información que deben aportar los bancos a las diferentes autoridades.
Redacción