Al financiero Carlos March Delgado, que ya está en la historia económicacuando le preguntan qué está escribiendo le apetece hablar, con propiedad y matices, de algunas grandes pinturas clásicas de museos e iglesias que más estima y sobre las que ahora toma notas. A veces, en diálogo lento con otro apasionado del arte, un amigo pintor contemporáneo, comentan en Mallorca con pasión y gozo, con memoria precisa, sobre cuadros excepcionales -una decena. March pasa de observar detalles, gestos, veladuras, reflejos y vestuarios a profundizar en el autor y el entorno histórico. A veces, alude al panorama geopolítico global.
Redacción
