A principios de septiembre, Donald Trump, reunió en la Casa Blanca a los principales directivos de los gigantes tecnológicos norteamericanos. Tim Cook, consejero delegado de Apple; Mark Zuckerberg, consejero delegado de Meta; Sundar Pichai, de Alphabet; Sergei Brin, cofundador de Google; Sam Altman, consejero delegado de OpenAI; Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft, y su cofundador Bill Gates; Safra Catz, consejera delegada de Oracle, y Lisa Su, de AMD. Fue una reunión casi histórica con la mayoría de los ejecutivos más poderosos del mundo sentados en una mesa junto al presidente de EE UU.
Redacción