La mejora de la calificación de la deuda española por parte de una de las principales agencias de rating es una buena noticia que contrasta con los aprietos de otros países para contener sus equilibrios presupuestarios, entre ellos nada menos que Estados Unidos y Francia. Es probable que otras agencias ajusten también al alza sus valoraciones en las próximas semanas, pero conviene no perder de vista que estos indicadores mezclan factores transitorios o coyunturales, y tendencias subyacentes, a menudo poco comentadas, que son motivo de preocupación en el caso de España.
Ingresos
Los datos avalan la percepción de un crecimiento de las desigualdades en Francia. Los dos primeros quintiles de población (representando las rentas bajas) han pasado de percibir el 22,7% de los ingresos totales en 2019, al 21,8% en 2024. Por su parte, los dos quintiles de población con rentas más altas han pasado del 60% al 60,8%. La tendencia es la opuesta en España, con un incremento de un punto del peso de las rentas bajas, hasta el 20,3%, y un descenso del peso de las rentas altas hasta el 61,9%.