Una caída en los activos locales, los controles de capital persistentes y una economía aún rechazada por los inversores extranjeros están desinflando las esperanzas de un auge en los mercados de capital de Argentina, con un peso de pequeñas empresas de corretaje que habían apostado en un renacimiento después de que el presidente Javier Milei asumió el cargo hace dos años.
Redacción