Jornada de trabajo de 8 horas de lunes a domingo —que llegaban a ser de hasta 13 horas en fin de semana o días puntuales— sin derecho a libranzas ni vacaciones, por 700 euros al mes. Son las condiciones en las que, durante casi dos años y sin contrato laboral, trabajaron una pareja de inmigrantes que carecían de permiso de residencia en España. Sus empleadores, dos hosteleros de Benicarló (Castellón), acaban de ser condenados por explotación laboral. Se aprovecharon, indica la Audiencia Provincial en una sentencia conocida este jueves, de la “necesidad” de las víctimas, una mujer y su pareja sentimental, al no haber podido regularizar su situación legal.
Redacción