La deuda pública es una marea que nunca se detiene. Sube, baja, golpea con fuerza en ciertos momentos y nunca llega a retirarse del todo. En junio, esa marea volvió a crecer y dejó un nuevo récord absoluto en las cuentas públicas: un pasivo de 1,690 billones de euros, según los datos actualizados este lunes por el Banco de España. Es una cifra sin precedentes, impulsada en parte por el calendario de vencimientos del Tesoro y la necesidad de renovar emisiones. Sin embargo, en proporción al tamaño de la economía, los números rojos se redujeron hasta el 103,4% del producto interior bruto (PIB), casi dos puntos porcentuales menos que hace un año.
Redacción