Después de años de votos públicos de destituir a los combustibles fósiles, las compañías petroleras más grandes del mundo están desempolvando sus mapas de perforación y duplicando la exploración. El pivote prometido a las energías renovables ha pulverizado, los temores de seguridad energética se han agudizado, y la recompensa del petróleo y el gas sigue siendo demasiado rico para ignorar. Ahora, desde el Golfo de México hasta Namibia, Big Oil está persiguiendo nuevos barriles en un mundo que, por su propia admisión, todavía los quemará durante décadas. Después de pasar a principios de la década de 2020, prometiendo una reducción gradual en la producción de combustibles fósiles …
Redacción