En el último lustro, el desarrollo tecnológico ha avanzado a una velocidad vertiginosa, impulsado por la inteligencia artificial y el ecosistema cripto. Estas tecnologías están redefiniendo el panorama económico y geopolítico global. Sin embargo, mientras Estados Unidos acelera su apuesta por la desregulación, sobre todo bajo el ala de las políticas de Donald Trump, Europa se encuentra ante una encrucijada: adaptarse o quedar relegada. Para una gran parte de analistas, la IA es el nuevo petróleo del siglo XXI. El tiempo confirmará o no una aseveración de este alcance, pero ya nada será igual en el contexto tecnológico y económico.
Redacción