Una implacable ola de optimismo está barriendo el mercado criptográfico de casi $ 4 billones, impulsado por un frenesí de los movimientos de la política de Washington que aceleran su asimilación en finanzas reguladas. La aprobación de una ley histórica histórica y un impulso legislativo más amplio han inyectado una nueva legitimidad en el sector, elevando los precios y reavivando el apetito de riesgo en los activos digitales.
Redacción