Corren malos tiempos para los guardianes de la ortodoxia fiscal. En Estados Unidos cada día tiene su afán y Donald Trump ha lanzado una rebaja de impuestos que contribuirá a disparar la deuda del 100% del producto interior bruto (PIB) al 124% en 2034, según la Oficina Presupuestaria del Congreso. Alemania, quintaesencia del rigor y con Gobierno conservador, se ha despedido de su mecanismo constitucional de freno de deuda y ha anunciado planes para emitir hasta 850.000 millones de euros en bonos. En Reino Unido, el laborista Keir Starmer se acaba de envainar su plan de ajuste en medio de una rebelión interna pese a tener el quinto mayor déficit de las economías desarrolladas del mundo. Y Japón, con el 250% de deuda, va a unas elecciones legislativas este domingo con promesas de más rebajas de impuestos.