Casi nada de lo que acontece en el mundo y en España se puede explicar sin la incidencia de la energía nuclear. Sobre todo, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y las contribuciones científicas de Albert Einstein. Los conflictos geopolíticos, y el poder de grandes potencias mundiales como Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Irán, Francia, Alemania, Reino Unido o Corea del Norte, no se entiende sin el poder de disuasión que tienen los programas nucleares de aquellas naciones que tienen en su haber la bomba atómica, un arma de destrucción masiva que, paradójicamente, ha actuado en las últimas décadas como elemento clave para un entendimiento de mínimos en la comunidad internacional.
Redacción