El Estado considera que podrá recuperar casi 9.000 millones (exactamente 8.961 millones) de los 22.000 millones que dedicó en 2012 a reflotar a Bankia, de acuerdo a las cuentas anuales del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el instrumento público con el que el erario público reflotó a la antigua CajaMadrid. Trece años después, el Estado da por perdido algo más de la mitad del dinero invertido, procedente de una línea de crédito puesta a disposición por las instituciones europeas. Todo, a expensas de que se decida a desinvertir el 18% que aún ostenta en CaixaBank tras la fusión con Bankia.
Redacción