El macrodividendo de 2.500 millones que ha anunciado el Sabadell, con cargo a la venta de su filial británica TSB, ha disparado al banco catalán en Bolsa y, al mismo tiempo, ha llevado a su nivel más alto la diferencia con la oferta del BBVA, un 10% a favor del valor de la entidad vallesana. Si al prometido dividendo del Sabadell se suma la incertidumbre que ha añadido el Gobierno a la ejecución de la opa —al incluir una condición que obliga al BBVA a mantener al Sabadell independiente desde el punto de vista jurídico, de patrimonio y de gestión durante tres años—, el movimiento fuerza al BBVA a considerar una mejora de la oferta, que ha negado una y otra vez durante los últimos meses.
Redacción