La serie de reversiones de políticas costosas del gobierno del Reino Unido en las últimas semanas, combinadas con un crecimiento lento, recibos de impuestos débiles y mayores demandas de gastos, amenazan con dejar la canciller de Rachel Reeves con un agujero para completar su presupuesto de otoño medido en las decenas de miles de millones de libras.
Redacción