Los ataques de Israel contra el complejo nuclear y el liderazgo militar de Irán han enviado ondas de choque en todo el mundo, lo que aumenta el temor a la escalada y una guerra más amplia en la región. Pero la campaña de conmoción y sabor también reverberó en Moscú, donde el presidente ruso Vladimir Putin se ha posicionado como un poderoso interlocutor con Teherán. La respuesta de Rusia a las huelgas fue rápida e inequívoca. En una declaración larga, el Ministerio de Relaciones Exteriores expresó su «mayor preocupación por la peligrosa escalada de las tensiones en el Medio Oriente» y acusó a Israel …
Redacción