Presenta una forma de almacenamiento de biomasa anóxica (libre de oxígeno). Se añade biomasa a lodos que se inyectan bajo tierra, transformando un procedimiento industrial estándar en una solución de eliminación de carbono.

Se pueden emitir créditos certificados de eliminación de carbono encerrando el carbono de origen vegetal en un entorno anóxico, como una mina profunda.

Al utilizar el excedente de biomasa y adaptar los sitios y la infraestructura existentes, Rewind dijo que el proyecto tiene un «aporte de energía muy bajo».

«El resultado es una forma de eliminación de carbono que es duradera, operativamente escalable, de precio razonable y basada en los propios procesos naturales de la Tierra», afirma.

Cada paso del proceso puede ser rastreado por el sistema digital de medición, monitoreo, generación de informes y verificación de Rewind. Se cree que el sitio tiene capacidad para almacenar hasta 50.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

Aún persisten las preocupaciones sobre las ventajas del almacenamiento geológico y las posibles fugas de CO2. La mayoría de los operadores se sienten desanimados por los altos costos operativos y de capital asociados con la minería profunda y la captura y almacenamiento de carbono.

La inyección de grandes volúmenes de CO2 aumenta la presión de los poros subterráneos. El riesgo es que esto podría desencadenar actividad sísmica, mientras que las fugas también podrían contaminar salmueras y acuíferos.

El comportamiento a largo plazo del CO2 almacenado aún se desconoce a gran escala.