El sector de hidrocarburos de Bolivia inició el siglo XXI desde una posición de fortaleza. Grandes descubrimientos, inversión extranjera constante y exportaciones sólidas apuntalaron el desarrollo nacional. Sin embargo, la nacionalización de 2006 cambió fundamentalmente la dinámica del sector. Si bien el Estado captó una mayor proporción de los ingresos, el entorno político gradualmente desalentó la inversión upstream. La exploración disminuyó, las reservas disminuyeron y la producción comenzó a caer justo cuando los mercados regionales se volvieron más competitivos. Bolivia todavía tiene un potencial geológico significativo, pero…