Cuando un trabajador de la construcción chino de 25 años murió en el sitio de una enorme planta de energía solar en Bosnia-Herzegovina este verano, pocos esperaban que el incidente se convirtiera en uno de los golpes legales más importantes contra proyectos respaldados por China en el país. El accidente en el sitio de Aurora Solar cerca de la ciudad de Stolac, en el sur de Bosnia, desencadenó una inspección que descubrió a 71 trabajadores chinos ilegales en octubre. Las autoridades los deportaron rápidamente, declararon ilegal la construcción del proyecto de $116 millones y abrieron investigaciones sobre el posible uso indebido…