Durante la pandemia vivimos muchos espejismos. La extensión generalizada e inmediata del trabajo en remoto fue uno de ellos. Millones de trabajadores pasaron de acudir a diario a la oficina, con un horario estricto, a realizar sus tareas desde casa. Muchos vaticinaron que la pandemia revolucionaría el mundo del trabajo. Sin embargo, cinco años después, solo el 7,8% teletrabaja de forma habitualel equivalente a 1,7 millones de empleados. Es menos que en 2020 y muchísimo menos que el 33,5% que podría hacerlo. Aunque la situación es heterogénea por países, las noticias sobre la recuperación de la presencialidad en grandes compañías, como Amazon o Meta, se suceden por todo el mundo. En este contexto, las reivindicaciones por el derecho al teletrabajo nadan a contracorriente.
