El pasado 28 de noviembre el operador del sistema, Red Eléctrica, cerró la subasta para adjudicar el llamado Servicio de Respuesta Activa de la Demanda (SRAD), equivalente (con variantes) al antiguo servicio de interrumpibilidad. Según la normativa, las empresas que ofrecen dicho servicio deben estar disponibles, con determinadas condiciones, para que REE interrumpa o module el suministro eléctrico de sus instalaciones en momentos críticos, lo cual supone un respaldo para la operación del sistema. De hecho, el fuerte encarecimiento del precio al que ha cerrado esta última subasta, que regirá para el primer semestre de 2026, se ha interpretado como una consecuencia del apagón sufrido por la Península Ibérica el pasado 28 de abril. Aunque no es la única.
