Todo tiene su precio o su lado oscuroy el momento expansivo que atraviesa la economía española no escapa a esta lógica. El repunte de la inflación que se observa desde la primavera, junto con su efecto de amplificación de la brecha con los países que comparten la moneda única, reflejan tanto las fuerzas como las debilidades de nuestro modelo de crecimiento.
IPC
La reaparición de las tensiones inflacionistas desde la primavera se debe en parte a factores transitorios, como el fin de los subsidios al transporte público o la instauración de una tasa para financiar la recogida de basuras. También ha contribuido la normalización del IVA y de otros impuestos que se habían reducido para aplacar el impacto de la crisis energética surgida tras el estallido de la guerra en Ucrania. El efecto combinado de estas medidas, sin embargo, es limitado, además de puntual. Incluso descontándolo, la tendencia alcista del IPC se mantiene.
