El primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, está utilizando nuevas escaramuzas fronterizas con Camboya para aprovechar el sentimiento nacionalista en su país antes de las elecciones. Al hacerlo, apuesta a no irritar excesivamente al presidente estadounidense Donald Trump, quien se atribuyó el mérito de haber puesto fin a un estallido de enfrentamientos anterior.
Redacción
