Hace un año, la analista de metales preciosos de Goldman, Lina Thomas, argumentó que el oro subiría a 3.000 dólares a finales de 2025 (terminó subiendo más de 1.000 dólares) como resultado de las incesantes compras de los bancos centrales en general, y gracias al voraz apetito de China por el oro en particular. El banco rápidamente recibió críticas sobre esta tesis, y los escépticos respondieron que es poco probable que el oro logre mantener su ascenso al mismo tiempo que el dólar sube a nuevos máximos históricos, uno de los mayores consensos negociados por Trump. En respuesta, Thomas también…
Redacción
