“Parece que mi teléfono me está escuchando”. Esa frase ha sido pronunciada en múltiples conversaciones entre familiares y amigos al comprobar que la publicidad sugerida en las aplicaciones móviles es personalizada. En muchas ocasiones, ello se debe a las galletas aceptadas en los dispositivos, que se rigen por las normativas de protección de datos. Pero en otras muchas ocasiones, se debe a una recopilación no consentida de datos, según denuncia la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), que ha decidido llevar a los tribunales a Google por vulneración de la privacidad de los usuarios de su sistema operativo Android, a través de sus propias aplicaciones o herramientas que no pueden desactivarse.
Redacción
