Desde la Gran Recesión de 2008 proliferaron las voces en pro de emitir deuda europea —los eurobonos—, gestionada por la Comisión, una agencia común o un Tesoro. Chocaban siempre contra el muro de los austeritariosluego enmascarados como frugales. En junio de 2012, cuando el rescate (financiero) de España, la canciller Angela Merkel juró que esas emisiones jamás se producirían, eso sí, con una cautela: “Mientras yo viva”.
Redacción
