El increíble ritmo de gasto en energía limpia de China ha convertido a la segunda economía más grande del mundo en el mayor productor de energía limpia, con diferencia. Esta posición dominante en los mercados energéticos globales no se deriva solo de la capacidad de producción nacional, sino también de un control cada vez más significativo de las cadenas de suministro globales de tecnologías y materiales de energía limpia, así como de la inversión en el potencial de producción de las economías emergentes desde América Latina hasta el Sudeste Asiático, África y más allá. Desde el inicio de China…
Redacción
