
El mayor campus de Cataluña, el de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)empieza a sufrir las primeras consecuencias del aumento de casos confirmados de sobre el cerdoque suman hasta el momento 15. Desde el pasado martes, los estudiantes empezaron a recibir a través de la aplicación de la universidad las nuevas orientaciones. Todas las actividades programadas en entornos naturales están prohibidas de manera indefinida, entre ellas los ensayos de la pandilla castellana del campus y las zonas de convivencia, como el pícnic. La medida busca limitar el movimiento de personas por áreas potencialmente contaminadas por el paso de jabalís, una de las vías más frecuentes de propagación del virus. En menos de una semana, los alumnos y trabajadores han notado el impacto. “Ha venido de golpe, como la pandemia. Primero cierran el pícnic, el espacio abierto donde comemos, y después no sabemos qué puede pasar”, afirma Alexandra Fernández, trabajadora de una de las cafeterías.

