2025 ha tenido casi de todo: guerra comercial, operaciones corporativas hostiles, cambio de ciclo en el Banco Central Europeo (BCE) y una euforia bursátil desbocada que no desaparece pese a los temores de burbuja en la inteligencia artificial (IA). El balance final dicta que la economía global ha aguantado mejor de lo esperado. Ni las andanadas proteccionistas de Trump, ni las tensiones geopolíticas en Oriente Próximo, Ucrania y ahora Venezuela, han sido lo suficientemente disruptivas. En ese entorno incierto, España, con nuevos récords de cotizantes y un crecimiento robusto, lo ha hecho especialmente bien en términos macro, aunque se han agudizado problemas como el de la vivienda. Está por ver hasta qué punto ese empuje doméstico e internacional puede continuar el próximo ejercicio. Estas son algunas las historias que han marcado el año económico.
