
Interesó a la comunidad de grandes inversores antes de que estallara la pandemia y el aeropuerto de Catania (Sicilia), el quinto por volumen de tráfico en Italia, vuelve a hacerlo ahora una vez que se está recuperando su plan de privatización. La venta de una participación mayoritaria de Catania-Fontanarossa, infraestructura de una pista, promete batalla entre fondos y operadores de infraestructuras pese a que el italiano destaca por ser un mercado de difícil acceso para el inversor extranjero.
Redacción
