La entrada gradual de 400 trenes de Cercanías, Media Distancia y Ancho Métrico en la flota de Renfe, a partir de mediados de 2026, alimenta la esperanza de la operadora de poder recuperar la fiabilidad de los servicios más utilizados por los viajerosCercanías y Rodalies. Pero la pública precisa tapar antes un agujero en el coste de ese material, unos sobrecostes millonarios que la enfrentan desde hace más de tres años con los proveedores Alstom, Stadler y CAF.
Redacción
