Junio de 1981. El calor en Madrid era sofocante. Aun así, se disputó el Gran Premio de España. Los pilotos sufrieron los estragos del verano. Se cuenta que el ganador, Gilles Villeneuve, un piloto canadiense de 29 años, perdió algún kilo por el esfuerzo de la durísima carrera del Jarama. El francés Jacques Laffite, segundo clasificado, tuvo que ser literalmente extraído de su Talbot por los mecánicos. Lo reanimaron con oxígeno y agua en la cara para que recuperara las fuerzas y llegara al podio. Unos 70.000 espectadores acudieron al circuito. Aquella fue la última vez que se disputó esta competición en la capital española. Y será el próximo año, más de cuatro décadas después, cuando el rugido de los motores vuelva a la ciudad.
Redacción
