Las recientes medidas de Washington y Bruselas muestran vías diplomáticas que van en direcciones opuestas con respecto a Bielorrusia, lo que pone de relieve una creciente división entre los aliados sobre cómo abordar la seguridad de Europa. A un lado del Océano Atlántico, Estados Unidos está colaborando con Minsk y su gobernante autoritario, Aleksandr Lukashenko, al aliviar las sanciones a cambio de la liberación de presos políticos, incluidos 123 el fin de semana pasado. Eso contrasta marcadamente con lo que está sucediendo en Bruselas, donde los funcionarios de la Unión Europea todavía están aumentando sus medidas restrictivas…