
El proyecto ha sido adjudicado por National Gas Transmission y está siendo financiado a través del Network Innovation Allowance del regulador energético del Reino Unido, Ofgem.
Se sabe que el hidrógeno hace que las tuberías de acero se vuelvan más frágiles al reducir su integridad estructural. Plantea un desafío tanto para la nueva infraestructura de hidrógeno como para la reutilización de los activos de gas existentes.
El oxígeno agregado en cantidades pequeñas y controladas puede inhibir la fragilidad al absorberse en la superficie del acero y bloquear la entrada de hidrógeno al metal.
Los hallazgos podrían desempeñar un papel clave en futuros proyectos de oleoductos.
National Gas Transmission está desarrollando una propuesta de sistema de transmisión de hidrógeno de 1.500 millas para apoyar la seguridad energética y la descarbonización de sectores industriales difíciles de reducir.
Según Penspen, el estudio aprovechará su experiencia en el apoyo a operadores con proyectos de infraestructura de hidrógeno en redes de transmisión y distribución.
«Los resultados desempeñarán un papel fundamental en la definición de una ventana operativa optimizada tanto en tuberías nuevas como reutilizadas, apoyando la transición a una energía baja en carbono», dijo Dominic Wynne, Gerente Regional de Desarrollo Comercial de Penspen.
Además de la dosificación de oxígeno, los ingenieros también investigarán inhibidores de gas alternativos y condiciones operativas que podrían reducir el riesgo de fragilización y al mismo tiempo mantener el rendimiento de la tubería.
«Los inhibidores de gas tienen el potencial de optimizar la eficiencia de las redes de tuberías que contienen hidrógeno al permitir presiones operativas más altas, así como variaciones de presión mayores y más frecuentes», dijo Robert Best, ingeniero de innovación de National Gas.
