Reclinado en el escenario de la 26ª cumbre de la COP en su Glasgow natal, Alan Jope se sentía como en casa, tanto literal como espiritualmente. El director ejecutivo de Unilever había pasado tres años consolidándose como uno de los defensores más apasionados del clima y la diversidad del mundo empresarial, prometiendo acelerar el liderazgo ambiental, social y de gobernanza de su predecesor, Paul Polman. Y con su empresa como socio principal en la cumbre climática más grande de la historia, los esfuerzos del escocés habían alcanzado su apogeo natural. “Creemos que hay…
Redacción
