El pasado 30 de octubre, los mercados financieros respiraron aliviados. Los líderes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, sellaban ante las cámaras un acuerdo que, aunque escaso en contenido, resultaba de notable importancia: al menos por unos meses el comercio mundial disfrutará de un periodo de relativa estabilidad y la escalada arancelaria entre las dos principales potencias mundiales se contiene.
Redacción
